En los últimos años se ha puesto cada vez "más de moda" recurrir a glucometros o bien llevar dietas con un bajo indice glucémico. Cada vez es más común ver a gente con el glucometro sin que sean personas que sufran de diabetes. Sin ir mucho más lejos, te diría que en mi clase de indoor cycliing cada vez es más común ver a chicas que no superan los veintipocos con los sensores de glucosa. Pues bien, si has llegado hasta aquí, quizás ya sepas algo sobre el tema o te interese profundizar un poquito más. 

Empecemos haciendo un resumen sobre cómo funciona nuestro metabolismo: tener controlado nuestro indice glucémico hará que tengamos un metabolismo sano y que las vías de producción de energía nos funcionen sin problema. 

La insulina es la hormona clave para un buen funcionamiento del metabolismo. Cuando los niveles de insulina son altos, nuestro cuerpo no quema grasa para obtener la energía que necesita. 

Si la glucosa aumenta, la insulina aumenta también. Nuestro objetivo debe ser lograr que los niveles se mantengan dentro de un rango estable para que de este modo, podamos quemar grasa y tener un peso saludable. 

Hace unos meses, empecé a interesarme muchísimo sobre el tema, tomé un curso sobre el cortisol y decidí apuntarme a un curso de 21 días sobre metabolismo que consistía en aprender a resetear tu organismo. Cada persona es un ser totalmente bioindividual y la teoría está muy bien, pero no hay nada mejor que conocerse y saber qué alimentos nos sientan bien a cada uno. 

Para quién no me conoce, soy una persona muy activa, llevo una alimentación saludable y práctico deporte a diario por lo que, como he dicho anteriormente, muchas veces, la teoría está muy bien, pero en la práctica hay métricas que no cuadran. Pues bien, en ese momento de mi vida estaba atravesando un momento laboral y personal no muy bueno con altos niveles de estrés, dormía muy muy mal y mis niveles de cortisol estaban bastante elevados. No lograba descansar bien, estaba constantemente de mal humor y con unos niveles de energía muy bajos. 

Para que te hagas una idea, los niveles recomendados son: 

GLUCOSA EN AYUNAS 70-100mg/dl

ANTES DE LA COMIDA 72-90mg/dl

DESPUÉS DE LA COMIDA <140mg/dl y <30mg/dl de subida de glucosa

Se considera un pico de glucosa cuando los niveles de glucosa varían en > 30mg/ dl en un periodo inferior a 2h después haber comido.

Al ponerme el glucometro, ¿cuál fue mi sorpresa?

Mis rangos de glucosa eran una auténtica montaña rusa en acción.

 

 

Lo que muestran los gráficos es que mi cuerpo estaba luchando por encontrar equilibrio. A pesar de mi enfoque en la dieta y el ejercicio, algo no cuadraba. Fue entonces cuando descubrí que mi cortisol, la hormona del estrés, estaba alcanzando niveles estratosféricos.

¿Cómo podía ser que, a pesar de mis esfuerzos en llevar una vida saludable, mi cuerpo se resistiera? La respuesta estaba en la conexión entre el estrés y la salud. Por más que intentaba controlar mi alimentación y mantenerme activo, el desequilibrio hormonal estaba afectando mi capacidad de regular el azúcar en sangre.

En resumen, aprendí una lección valiosa: la salud va más allá de la comida y el ejercicio. Podemos estar siguiendo una dieta perfecta y cumplir con nuestra rutina de ejercicios, pero si nuestro estrés está fuera de control, el cuerpo sufre las consecuencias. Es como tratar de domar un caballo desbocado: no importa cuánto intentes dirigirlo en la dirección correcta, si está asustado y estresado, se desviará.

Por eso, es esencial considerar el bienestar emocional al abordar la salud. Podemos llevar una vida muy saludable en términos de alimentación y actividad física, pero si nuestros niveles de estrés están disparados, el cuerpo está perdido y se intenta regular como puede.

La próxima vez que te sientas frustrado/a por los resultados de tu dieta o te preguntes por qué no estás viendo los beneficios de tu estilo de vida saludable, echa un vistazo a tu nivel de estrés. A veces, la clave para desbloquear tu bienestar puede estar en la gestión del estrés y la atención a tu salud mental.

No subestimes el poder del equilibrio emocional. La próxima vez que te subas a tu propia montaña rusa de la vida, recuerda que cuidar de tu mente es tan importante como cuidar de tu cuerpo. ¡Juntas, podemos encontrar el equilibrio que tu cuerpo y tu mente merecen!

Te dejo aquí, en enlace para agendar una primera visita gratuita conmigo. 


Dejar un comentario

×