La peor estrategia para la pérdida de peso, son las dietas. Buscamos constantemente la dieta milagro que nos haga vernos como esos cuerpos que nos enseñan las revistas o redes sociales. El producto milagro, la pastilla mágica o el té que nos hace depurar en cuestión de minutos.

El principal error es que repetimos los mismos hábitos, buscando resultados distintos. ¿Por lo que es poco probable que nos funcione verdad?

Si estas cansado de verte en la misma situación y estas buscando una solución definitiva, la mejor opción por tanto no es un cambio de dieta que te devuelva al punto 0 sino un cambio de mente.

¿A qué me refiero con un cambio de mente?

  • A dejar de juzgarte, de culparte, de odiarte.
  • A dejar de tener una relación tóxica con la comida. RECUERDA: la comida es mi amiga, me nutre, me cuida, me alimenta y me da la energía y los nutrientes que necesito para tener una vida plena y feliz.

Ya vamos lo suficiente estresados todo el día como para martirizarnos, dejar de hacer planes o bien hacerlos y sentirnos culpables por ello. ¿No estás cansado de contar calorías o pesar los gramos de todo lo que comes? Las dietas se han quedado anticuadas porque NO se adaptan a nuestras circunstancias y por ello tienen fecha de caducidad.

Lo que necesitamos es resolver el problema de raíz y esto sólo se consigue construyendo desde cero hábitos de vida que se adapten a ti, a tu entorno, a tu ritmo de vida y que además TE GUSTEN. Porque si algo no te gusta, durará bien poco.

 

 

¿Te resulta familiar una dieta de este estilo? Nos prometen bajar 2 tallas rápidamente, midiendo los alimentos y sin importarles nuestras necesidades bioindividuales. Pues bien, esta dieta comete los siguientes errores:

  • NO es personal. Cada persona tiene necesidades energéticas distintas. No es lo mismo una persona de 20 años que una de 60, alguien que practica mucho deporte o alguien que es totalmente sedentaria.
  • NO tiene en cuenta tus gustos o preferencias
  • Las porciones son medidas por lo que te limita el poder ir a un restaurante, comer fuera de casa o comer más si un día te sientes más ansioso o tienes más apetito.
  • El efecto es totalmente temporal. Unicamente adelgazarás en el período en el que estés haciendo la dieta. Al dejarla lo mas probable es que recuperes el peso perdido y que posteriormente lo incrementes.

Ten en cuenta que además de la dificultad de bajar de peso, el gran reto para la mayoría es mantener ese peso.

Elegir qué comer es un derecho, es una decisión poderosa que repercute en muchas áreas de nuestra vida. Por lo que que te limiten tal derecho, crea tanta ansiedad que lo que hacemos es volver al ciclo atracones- culpabilidad- dieta. Y así sucesivamente.

Deja de culparte POR FAVOR, y empieza a tomar medidas. En lo personal me ha costado mucho llegar a este punto y decir que como SANO porque me quiero, porque me cuido y porque respeto a mi cuerpo pero lo más importante: como sano porque ME GUSTA, porque disfruto lo que como, porque no cuento calorías, porque si un día como más de lo normal NO PASA NADA.

Si te sientes perdido y quieres recuperar el poder sobre lo que comes, sacar esa ansiedad en tu vida y recuperar tu autoestima, trabajemos en cambiar tu mente y tus hábitos de forma permanente y efectiva.


Dejar un comentario

×